Esta fiesta conjuga tradición, plumas, baile, religión y lo pagano, en el día del saludo y festejo al patrono de Minas de Emboscada, San Francisco Solano. Los promeseros Guaicurúes, recuerdan a sus ancestros con sus trajes confeccionados con plumas de gallina y sus máscaras más pintorescas, y agradecen a su patrono por la salud, economía y otras promesas de ellos y de su familia. La Serenata al Alba, es el primer evento y se realiza en la oscuridad de la madrugada del 23, acompañados por candiles en los caminos y el misterio de los trajes, donde le cantan a la Iglesia y ésta abre sus puertas, pero en la mañana del 24 de Julio es donde se hace la celebración más extensa y donde llegan más cantidad de promeseros guaicurúes ataviados con sus típicos trajes de plumas.