En el año 2012 los feligreses de Atyrá decidieron festejar a su Santa Patrona -la Virgen de la Candelaria- de una manera diferente, ya que sabemos todos que esta ciudad y su sociedad son diferentes comparadas con el resto del país (es la ciudad más limpia del Paraguay y una de las ciudades más limpias de América). En dicho año nació lo que se conoce como "La Noche Blanca de la Candelaria", y se trata de una procesión nocturna que se realiza todos los años el 1 de febrero en la víspera del día de la Santa Patrona. Arranca a las 20:00 desde el Pórtico de acceso a Atyrá hasta la Iglesia San Francisco en el centro del área urbana y todos los fieles van vestidos de blanco portando una vela, simbolizando la pureza de la Virgen con la vestimenta y los candiles representan la luz de Cristo. Esta procesión es animada por la una banda de músicos. Fuera de Paraguay, la Candelaria es una de las más antiguas ceremonias marianas y se origina en una "fiesta de las luces" o de "los candiles" en la región del Oriente y luego pasa hacia la Península Ibérica en las Islas Canarias de España. La imagen de esta Virgen porta una vela en una mano, basada en la historia de su origen que fue la aparición de la misma a dos pastorcitos en Tenerife a inicios del siglo XV y que en la otra mano llevaba un pajarito de oro. La festividad de la Virgen de la Candelaria es reconocida como la Purificación de la Virgen y presentación del Niño Jesús en la Iglesia, que se basa en la costumbre judía que cada madre realizaba al cumplirse los 40 días luego del parto de su hijo varón. Con el festejo del Día de la Virgen de la Candelaria se cierra el Ciclo de Navidad. Los españoles trajeron la advocación de esta Patrona a nuestro continente durante la era colonial y probablemente algunos provenían de las Islas Canarias por eso veneraban a la mencionada Virgen. Las ciudades antiguas del Paraguay que eligieron a la misma como su Santa Patrona son Areguá, Atyrá y Capiatá entre otras. El festejo que se realiza en Atyrá, es uno de los más bellos y solemnes, siendo una de las pocas procesiones nocturas que se realizan en el país, en la que la marcha iluminada por candiles y las vestimentas blancas así como las calles por donde se realiza que también son iluminadas por un corredor de velas hace que se convierta en un espectáculo visual sin parangón.